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Según un antiguo economista del Gobierno, podría generar suficiente electricidad limpia para convertirse en un gran exportador de energía a Europa continental.
Según un nuevo informe, si el Reino Unido aumentara su producción de electricidad limpia un 50% por encima de las previsiones para 2050, podría convertirse en una superpotencia capaz de exportar a Europa 17.000 millones de libras de electricidad verde al año.
La ambición de generar más electricidad verde de la necesaria para cumplir los objetivos climáticos del Reino Unido también podría crear 279.000 puestos de trabajo británicos adicionales, y apoyar un total de 654.000 empleos británicos, en todas las industrias de energía limpia del Reino.
El análisis realizado por Chris Walker, ex economista del Gobierno, para el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible, concluye que es «plausible» que el país pase de ser un importador neto de energía a un exportador de electricidad verde, tomando la delantera en la carrera mundial hacia el «cero neto».
Al ir «más allá del cero neto», la economía británica atraería billones de libras de inversión privada mundial y duplicaría el beneficio económico de 35.000 millones de libras anuales previsto para su trayectoria actual, según Walker.
«Las grandes ventajas competitivas del Reino Unido en la generación de energías limpias lo sitúan en una posición privilegiada en la carrera hacia el cero neto, que puede generar un crecimiento económico significativo y sostenido, un aumento de la productividad y un incremento de las exportaciones», afirma el informe.
«Otras economías avanzadas emprenderán viajes similares al Reino Unido al mismo tiempo. Para que el país consolide su liderazgo a la hora de afrontar este reto, es necesario tomar decisiones políticas públicas cruciales, respaldadas por la inversión de organizaciones del sector privado que garanticen que el Reino Unido realiza y capta las inversiones necesarias para capitalizar sus puntos fuertes», añadía.
El informe advierte de que National Grid tiene dificultades para hacer frente al número de nuevos proyectos de energías limpias que solicitan conectarse a la red, que ha pasado de 50 al año en la última década a 50 al mes, lo que deja a muchos proyectos entre 10 y 15 años de espera para suministrar electricidad limpia al sistema energético británico.
El Gobierno también debería intervenir para asegurarse de que el Reino Unido dispone de suficientes baterías para almacenar su electricidad renovable y crear un mercado de producción de hidrógeno ecológico. Además, el parque de viviendas y los edificios comerciales, caracterizados por las corrientes de aire, deben modernizarse para mejorar la eficiencia energética del país.
Jason Longhurst, presidente del Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible, ha declarado lo siguiente: «Tenemos el potencial de generar enormes cantidades de energía limpia que harían que el Reino Unido pasara de ser un importador neto de energía a una nación exportadora de grandes cantidades de energía limpia, por valor de 17.000 millones de libras al año, a la Europa continental».
«Creemos que este documento ofrece una base empírica que permitirá a nuestro Gobierno impulsar nuevos incentivos a la transición, atraer más inversiones del sector privado y situar al Reino Unido como uno de los mercados más atractivos del mundo para las empresas que se enfrentan a los retos del cambio climático», añadió Longhurst.
